Nuestra pasión por la raza es el motivo por el que decidimos hacernos criadores oficiales. Nuestra única motivación es criar perros sanos y con un carácter equilibrado. Para ello no solo realizamos todas las pruebas de salud que existen actualmente, sino que buscamos para nuestras camadas los machos con los pedigrees más compatibles con nuestra linea de cría, con buen carácter y buena morfología. El objetivo de la cría siempre tiene que ser mejorar a sus progenitores en todo lo que sea posible, esto requiere mucho trabajo y un estudio exhaustivo de la elección de estos. Es imposible que un único macho encaje con todas tus hembras por muy bueno que pudiera llegar a ser este.

Por supuesto nuestras Rhodesian son parte de nuestra familia y por su salud no realizamos camadas cada año ni más de 2 o como mucho 3 camadas en toda su vida. Lo importante siempre tiene que ser buscar la calidad de tus cachorros y no la cantidad.

Los cachorros se entregan entre las 10 y las 12 semanas de edad, preferentemente a las 12 semanas. Antes de este tiempo su sistema inmune es inmaduro y las vacunas no son del todo efectivas, además no han podido aprender lo que solo sus hermanos y madre serán capaces de enseñarle. Si entregas antes lo único que consigues es  enviar a sus nuevas casa cachorros más sensibles a enfermedades y con deficit de aprendizaje. Todos los cachorros se entregan con todas las vacunas que les corresponden , con chip y desparasitados interna y externamente. Todos nuestros perros son alimentados con piensos de alta gama Hills o Royal Canin en las diferentes etapas de su vida. Por supuesto todos viven con nosotros dentro de casa, criados como un miembro más de la familia, no concebimos otra manera de tratarlos.

Nuestro objetivo es controlar todos los aspectos de la cría, desde la elección de los progenitores, hasta la alimentación de los cachorros, si intentando hacerlo todo lo mejor posible pueden pasar cosas, que no puede pasarte si pasas por alto por ejemplo las pruebas de salud. Ligado a este objetivo buscamos propietarios que vayan a querer a nuestros cachorros tanto como nosotros, que los traten como un miembro más de su familia y que no busquen hacer negocio con ellos.