Nosotros
Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena (Heinz Rühmann)
SOMOS LORENA Y ENRIC
VETERINARIA & PROGRAMADOR
Vivimos en un pueblecito a 40km de Barcelona. Nuestra pasión por esta maravillosa raza se remonta al año 2005, todavía recuerdo la primera vez que entre a casa de unos amigos suecos y vi a Simba. Un perro elegante y majestuoso con una mirada profunda que literalmente me miro de arriba abajo se dio media vuelta y se tumbo en su cama pero sin perderme de vista.
En ese momento pensé que preciosidad de perro, pero en el verdadero momento en el que me enamoro perdidamente, fue la primera vez (después de meses) que puso su cabezota encima de mis piernas como si le pesara tanto que no pudiera con ella. Ahora se que es el lenguaje universal de los Ridgeback para pedir algo.

No fue hasta el 2010 cuando tuvimos las condiciones necesarias para tener nuestro propio perro. El primer Rhodesian en entrar en nuestras vidas fue Otto, y entro para cambiárnosla para siempre. Digo esto porque a los 6 meses cuando nos decidimos a esterilizar a Otto, nos dijeron que tenia un mastocitoma. Los mastocitomas son tumores que siempre son malignos, aunque presentan varios grados de malignidad, y la bibliografía raramente da más de 3 años de vida a los perros que los padecen. Bueno os podéis imaginar el palo más grande que nos llevamos en ese momento nuestro cachorrito tenia cáncer. Con suerte y muchos miedos cada vez que le vemos un pequeño bulto, después de casi 7 años, Otto sigue con nosotros. Nuestro pequeño Frankenstein, como nosotros le llamamos, ya que lleva 12 operaciones con sus correspondientes cicatrices. A pesar de esto el es feliz y no le afecta para nada más que por la faena de pasar mínimo una o dos veces por quirófano al año. Independientemente de su problema el nos hizo conocer, entender y respetar esta maravillosa raza.

En 2013 nos planteamos agrandar la familia, así que, esta vez nos pusimos manos a la obra y hablamos con un montón de criadores hasta que un día Enric entro en la pagina web de la criadora de nuestra princesa. Al ojear las fotos de sus ejemplares vimos a la Rhodesian más bonita que habíamos visto, Sugar, y nos enamoramos de ella. En ese momento no sabíamos el macho con el que realizaría la monta pero resulto ser Sydney, un macho espectacular también de su propiedad. A partir de aquí nos pusimos en contacto con Karin van Klaveren, una gran criadora y juez con una dilatada experiencia en esta raza. Y por fin en abril de 2014 fuimos a Alemania a buscar a nuestra pequeña Zoula.
Con ella descubrimos el mundo de las exposiciones, la cría y las buenas personas que se pueden conocer en este mundo.
El 2017 un año muy duro y muy gratificante a la vez. Primeramente, después de mucho mucho trabajo, escogimos al Rhodesian que creemos que cumplía todos los requisitos para ser el padre perfecto de nuestra primera camada. Después de descartar a muchos buenos candidatos pero no perfectos. Una vez escogido el macho tocaban los nervios de saber si habrías escogido bien, los nervios de si Zoula llevaría bien el embarazo y el parto, los nervios de que los cachorros nacieran todos sanos y fuertes, los nervios de que todos los cachorros crecieran fuertes y sin ningún problema y por último la difícil tarea de saber escoger los mejores propietarios para nuestros cachorros.


El 23 de agosto de 2017 por fin llegaron nuestros tan ansiados cachorros, 8 preciosos Rhodesian todos sanos y fuertes. El momento del nacimiento fue una de las cosas más emocionantes que nos han pasado en nuestras vidas. Nuestra pequeña Zoula nos había dado el regalo más bonito que nos podía regalar, no solo a nosotros, sino a las otras 6 familias de los cachorros. De esta espectacular camada no solo por su gran pedegree sino por su morfología, color y carácter nos hemos quedado con nuestros dos tesoros. Nash y Roma los dos nuevos integrantes de nuestra familia.